Pero hay veces que no tapan esa clase de imperfecciones. La falsedad, la arrogancia... Esa clase de sentimientos pueden esconderse tras una sonrisa repasada con pintalabios, al igual que también pueden ocultar tu pena, con algo de corrector de ojeras y sombra de ojos para tapar una noche de lágrimas.
Pues no, si hay que llorar se llora, si hay que estar feliz se está. Somos personas, no máquinas. Aunque el problema viene con esas imperfecciones que no afectan a nuestro estado de ánimo. Para eso, hay que lavarse la cara para mirarse al espejo y luchar contra ti misma, consiguiendo dejar a un lado esos defectos.
Realmente el maquillaje nos ayuda a subir nuestro autoestima, aunque hay veces que no es necesario, no se debe criticar a una chica porque "parezca una puta repintada". Ella se siente bien así, ¿no? Pues ya está.
Lo que no podemos permitirnos es confundir algo de baja autoestima con una máscara de vergüenza. Porque todos y cada uno de nosotros tenemos que querernos y admitirnos tal y como somos. Si no... ¿Qué coño estamos haciendo?
Quiérete, ámate... Pero ante todo, sé tú misma.
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