Batalla contra la canción.

Escoge tu pareja y sal a la pista, yo te elegí a ti así que comencemos a escribir en el libro de nuestra historia.
Juega con mi pelo, acaricia mi cintura; al cuerno las miradas, pasa a la acción. Siento el sudor caer por mi cara y, aunque la música esté tan alta que casi revienta mis delicados tímpanos, oigo caer las gotas al suelo, y luego mi tacón pisándolas; otro paso, media vuelta y pégate a mi.
Hoy estamos tú y yo contra todo, es una batalla y tenemos que librarla juntos. 

Un paso y ganaremos la batalla.

Un baile y ganaremos la guerra.

Tengo algo que enseñarte, es un truco, bésame y ganaremos a la canción, será nuestra y no podrá derrotarnos nunca. Y ¿quién sabe? Yo sé, es hora de perder el control en la pista... Y fuera de ella.

Golpes, caricias, mordiscos y un baile que parece que no acabará nunca. Desnuda mi alma y otro paso. 

¿Sientes como arde? Ya casi ha terminado este baile y por una vez paso de dominante a dominada. Es extraño pero no por ello menos emocionante, excitante, brillante. Fundidos en pasos predeterminados que mezclamos al ritmo de la melodía que ya acaba. Mi cuerpo agarrotado, siento como tus tendones se tensan con fuerza, en su máximo potencial.

Cierra los ojos; ya acabó. Y nuevamente, ganamos.

JS.

A los cinco años nos preguntaron qué queríamos ser de mayores, y contestábamos cosas como: Astronauta, presidente…o en mi caso, princesa. A los diez volvieron a preguntárnoslo, y dijimos: Estrella del rock, vaquero… o en mi caso, medallista de oro. Pero ahora que somos mayores, quieren una respuesta seria…a ver qué os parece esta: 

¿Quién cuernos lo sabe?

No es momento de tomar decisiones rápidas, es momento de cometer errores, de subirse al tren equivocado y extraviarse, de enamorarse…A menudo. De licenciarse en Filosofía porque es imposible hacer carrera en ella. De cambiar de idea y de volver a cambiar porque no hay nada permanente…Así que cometed todos los errores que podais, y algún día cuando nos pregunten qué queremos ser, no tendremos que adivinarlo… Lo sabremos.

He's just a boy and I'm just a girl.

This is how the story ends.

Entrada sin tema.

Hoy no sé sobre que podría escribir, no sé si es que me falta inspiración o es simplemente que siento tantas cosas que no soy capaz de canalizarlas, como un río desvía todo su cauce en otros más pequeños, liberándose de la presión para conseguir llegar con más calma al mar.
Espera, presión, esa es la palabra que estaba buscando. Me siento presionada y oprimida desde hace algunos días. ¿Será eso lo que afecta a mis entradas? 


Me siento diferente aunque sin eliminar mi espíritu depredador y mi forma de marcar territorio como una auténtica fiera. Me siento aletargada, con sueño, cansada y  desesperada; y todo por querer que me dejen en paz, vivir mi vida sin importarme sentimientos, pensamientos o acciones de algunas terceras personas. 


Me siento incapaz de terminar esta entrada de forma cortante e impactante. Tal vez cuando duerma; hoy no.

# I'm proud of all my scars~

# Because it means that I'm yours.

~

-Dime, ¿qué es lo que quieres?

+ ...

-¿Qué? 

+ Lo que he pensado es demasiado cursi.

-Seguro que no, venga, dilo.

+Repíteme la pregunta.

- ¿Qué es lo que quieres?

+Yo te quiero a ti.

Superviviente.

He sido entrenada para matar, asesinar, liquidar a todo aquél que se ponga en mi camino y me impida conseguir mis objetivos. 

Te adaptas o mueres.

Comes o te comen.

Son las dos frases que siempre me han repetido, son lo único que sé de la vida. Por eso soy una depredadora. Es simple: Rastreo y ataco, sin importarme nada.

Me mantengo alerta hasta durmiendo. Pero no, no me demostréis vuestra estupidez confiando en mi por mi inocente aspecto y mi dulce mirada, pues consigo que mis presas se sientan seguras, se sientan a salvo; evidentemente se equivocan.

Pero bajo esta fachada calculadora, tengo fallos: una mirada de reojo y una media sonrisa en mi rostro suelen delatarme, pero de nuevo, caéis en el error y los confundís con seducción.

Soy una dama de la noche, mi vida es nocturna y la luz reflejada en la luna, es la única que puede haceros ver la fiereza y voracidad de mi rostro. 

Puedo escurrirme de tus manos con una facilidad que cuesta creer pero ven, ven, intenta cogerme, es divertido ver como fracasas una vez tras otra. Al igual que es divertida la expresión horrorizada de tu rostro cuando sientes tu propia sangre deslizándose por tu cuerpo, sin darte aún tiempo de sentir dolor. Sólo tengo tiempo a colocarme correctamente el vestido, a juego con mis curvas, definiéndolas con precisión, como una linea fina y perfecta hecha con lápiz en una hoja en blanco, aullar a la luna y volver a correr, sintiendo el aire quedarse atrás, dando dulces caricias a mis pómulos haciéndome sonreír, ya que me recuerda a la visión de la sangre recorriendo la piel pálida y muerta del cuerpo que yace abandonado, la misma sangre que da ese color carmín a mis labios.

¿Asesina? Prefiero el término superviviente, porque sobrevivo a la vida.

Recordad: Comes, o te comen. Y en este caso, yo he decidido adaptarme a la vida.
¿Y tú?

Dedicado a Maríaw Pikiriflow, mi Maripiki, una auténtica superviviente de la vida. Te quiero <3

.

No puedes diseñar tu vida como un edificio, ve viviéndola y se irá construyendo sola. 

Has de ser tu misma y cuando te sientas preparada

dar el salto.

 #How I met you mother.

Aquellas cosas que le susurraste mientras se hacía la dormida

"-¿Lo recuerdas? El silencio interrumpido por nuestras entrecortadas respiraciones que intentan recuperar el aliento perdido. 

Dos palabras suavemente susurradas que provocan una leve y tímida risita, dejando su rastro en los labios con una amplia sonrisa. Casi puede saborearse el aire cargado de la habitación haciendo recordar el juego; las sábanas arrugadas como las facciones marcadas en el rostro de una persona mayor haciendo que recordamos el deslizamiento de tu cuerpo por ellas, con una precisión y naturalidad que recuerda al desplazamiento de una pantera negra en la selva africana por las ramas de los árboles, con sutileza y armonía en sus suaves pasos... Pero ahora te dejaré dormir y me iré.

+Shhh, por esta vez deja la ropa junto a la cama y apaga la luz. Sólo quédate un poco más... No hace falta que digas nada, ya que no existen los besos prohibidos.

Salvaje.

Salvaje; tanto como un animal. Depredadora por naturaleza, discreta y escurridiza como una serpiente, cuyo serpenteo, suave, delicado, recuerda en cierto modo al contoneo de mis caderas.
Tan voraz y nocturna como una loba, capaz de romperte el cuello en una fracción de segundo, siendo capaz de hacerte sentir el más violento de los estremecimientos con uno de mis aullidos agudos.
Tenaz y elegante como la pantera, tan agresiva como la leona pero con un toque más de sutileza, que la hace tan irresistible como hermosa.

Aun así, sea serpiente, loba o pantera ¿qué más da el nombre del animal? Se sobreentiende mi agresividad y mi capacidad de irrumpir en un lugar pisando fuerte, dejando a cada uno en su lugar con una simple mirada, un gesto, e incluso, un guiño, por qué no. 
Capaz de proporcionarte la mejor noche de tu vida o la más sangrienta de las muertes.


Pero aun así, nadie niega que mi sonrisa y mi dulce mirada, me hacen adorable.