"-¿Lo recuerdas? El silencio interrumpido por nuestras entrecortadas respiraciones que intentan recuperar el aliento perdido.
Dos palabras suavemente susurradas que provocan una leve y tímida risita, dejando su rastro en los labios con una amplia sonrisa. Casi puede saborearse el aire cargado de la habitación haciendo recordar el juego; las sábanas arrugadas como las facciones marcadas en el rostro de una persona mayor haciendo que recordamos el deslizamiento de tu cuerpo por ellas, con una precisión y naturalidad que recuerda al desplazamiento de una pantera negra en la selva africana por las ramas de los árboles, con sutileza y armonía en sus suaves pasos... Pero ahora te dejaré dormir y me iré.
+Shhh, por esta vez deja la ropa junto a la cama y apaga la luz. Sólo quédate un poco más... No hace falta que digas nada, ya que no existen los besos prohibidos.
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