Serán, tal vez, aquellos recuerdos, que se mezclan, fundiendo pasado y presente. Tal recuerdo como el de aquella rosa que nos sigue esperando en Florencia a que regresemos. Aquella roja y hermosa rosa, hoy estará negra, triste y arrugada. Pero dime ¿acaso es malo vivir con el pensamiento de que sigue igual de lozana y preciosa, esperándonos?
Yo, personalmente, creo que no.
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