Esa mirada.

lunes, 30 de mayo de 2011

Jugar con el tiempo.

El tiempo, esa magnitud tan grande, que me controla, que marca todas y cada una de mis acciones. Y eso es algo que odio, puesto que me gustaría hacer lo que quiero CUANDO quiero, cosa que es imposible, todo está marcado por cada hora, minuto, segundo...
Por así decirlo, odio el tiempo. ¿Y quien no? ¿Quién no ha querido manejar el tiempo al gusto como si de unas especias en la comida se tratase? Por ejemplo parándolo en los mejores momentos de tu vida, como aquella noche oscura, acurrucada en ese sofá rojo con alguien a quien quieres más que a nadie, deseando que se pare ese maldito controlador que es el tiempo; deseando que esa persona se quede a tu lado el resto de la noche, amanecer a su lado y tener la posibilidad de sonreír al sentir sus suaves caricias, como si fueras un dulce gatito de esos a los que es imposible no querer. Abrir los ojos, verle y pensar: "Dios, está aquí, no es un sueño." Pudiendo notar perfectamente la sonrisa que se forma lentamente en tu rostro, reflejada en la que él haría después, sin mediar palabra; no, aún no, es todo demasiado perfecto como para estropearlo con ese sonido proveniente de las cuerdas vocales de alguno de los dos, o tal vez sea, que no pronunciamos una palabra porque no hay nada que decir, como si nuestras mentes estuvieran abiertas cuales libros de páginas aterciopeladas, pudiendo saber lo que el otro siente, piensa...

Sería tan bonito que, ya que no podemos controlar el tiempo de forma directa, podríamos conservar esos momentos tal y como son, invirtiendo horas y horas recordando. Oh, creo que acabo de hacerte un jaque mate en esta partida imaginaria, tiempo; podrás controlar el tiempo de mis acciones, pero no los instantes infinitos que pasaré recordándolos.

Pero una cosa quiero dejar clara; no digo que viva en el pasado, eso es de idiotas. Sólo digo, que de vez en cuando, es bueno echar una mirada hacia atrás y poder apreciar momentos que en aquellos instantes no dotaste de la importancia suficiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario